5 cuevas espectaculares para visitar en España

España es un país con muchas cordilleras, desde los Pirineos en el norte hasta Sierra Nevada en el sur, sin olvidar las montañas de las islas Baleares y Canarias. Y donde hay montañas, hay cuevas, y España cuenta con algunas muy espectaculares.

Las cuevas españolas están, salvo algunas excepciones, abiertas al público. Son impresionantes, pero igual de interesantes son las historias de cómo se descubrieron algunas de ellas por casualidad. Hay cuevas con dibujos prehistóricos, o con lagos interiores en los que se puede dar un paseo en barco. Otras son tan vastas que se utilizan como salas de conciertos porque la acústica es muy buena.

Por el momento, olvídese de la imagen tópica del sol y las playas de arena, el flamenco y la paella en España, y síganos en un fascinante viaje subterráneo por las cuevas más famosas de España. Conoce las mejores cuevas para visitar en España:

1. Cueva de Altamira

La Cueva de Altamira se encuentra a 19 kilómetros al oeste de la ciudad costera de Santander, en Cantabria, al norte de España. Contiene los ejemplos más importantes de arte rupestre y dibujos prehistóricos de España. Con una antigüedad estimada de unos 14.000 años y descubierta en 1868 por un cazador local, la cueva tardó muchos años en ser reconocida por los arqueólogos y otros científicos como el importante hallazgo que realmente era.

El propietario de la cueva, Marcelino Sáenz de Suatuola, comenzó a excavar el suelo de su cueva en 1879. Sin embargo, fue su hija María, de 7 años, quien se adentró en la cueva y… ¡miró hacia arriba! Lo que vio fue el verdadero descubrimiento, una enorme pintura de un bisonte rojo (que ella pensaba que era un toro) delineado en negro en el techo. Este dibujo sigue siendo el símbolo de Altamira.

Sin embargo, se ha creado un museo y una réplica exacta, conocida como Neocave, que vuelve a estar abierta al público. Consulte la información del sitio web antes de ir.

2. Cuevas de Nerja

Estas cuevas se encuentran cerca de la localidad costera de Nerja, en Andalucía, al sur de España. Descubiertas en 1959 por unos chicos de la zona que se encontraban en un paseo nocturno cazando murciélagos, son famosas por sus formaciones rocosas, aunque también se han encontrado algunas pinturas y dibujos prehistóricos.

Abiertas al público desde 1960, las cuevas están divididas en varias salas, cada una de las cuales recibe el nombre de la forma especial de estalactitas y estalagmitas que se encuentran en ellas. La Sala de la Cascada (estalactitas que forman una cascada de roca) es el lugar donde se celebra anualmente el Festival Internacional de Música. La estalactita más grande del mundo adorna otra sala. Todas las salas y cavernas están conectadas por túneles, puentes y caminos con muchos escalones. Prepárese para caminar mucho y llevar un calzado sólido si piensa visitar las cuevas de Nerja.

3. Cuevas del Drach

Mallorca, la mayor de las Islas Baleares del Mediterráneo, alberga las impresionantes Cuevas del Drach, o Cuevas del Dragón. Situadas cerca de Manacor, las cuevas ya se conocían en la Edad Media y fueron exploradas en 1880 y 1896, cuando se descubrió el lago interior conocido como Lago Martell. El complejo consta de cuatro cuevas conectadas por el agua y tiene una longitud aproximada de cinco kilómetros.

La belleza reside en las formaciones rocosas del interior de las cuevas, como el Baño de Diana y los techos formados por estalactitas afiladas como agujas. La visita dura aproximadamente una hora, y el punto culminante es el paseo en barco por el lago, acompañado de un concierto clásico de 10 minutos y de la mágica iluminación que alumbra el agua y las rocas.

4. Cueva de los Verdes

La siguiente aventura en una cueva nos lleva realmente bajo tierra. Se trata del tubo de lava de la Cueva de los Verdes en la isla de Lanzarote, una de las Islas Canarias en el Océano Atlántico.

El tubo de lava completo, que va desde la cima de un volcán hasta el mar, tiene una longitud de 3,72 millas. Las paredes del tubo están intercaladas con 16 cuevas de lava. Una de ellas, conocida como la Cueva de la Atlántida, está incluso bajo el agua.

5. Cuevas del Águila

Las «Cuevas del Águila» son un hipnotizante mundo subterráneo de estalactitas, estalagmitas y columnas, todo ello aún más espectacular por estar coloreado. Esto se debe a la abundancia de minerales en la caliza paleozoica que las formó y al agua que goteó durante millones de años. Se calcula que la cueva tiene entre 500 y 540 millones de años.

Situada en el centro de España, en la frontera entre Castilla y León y Extremadura, la cueva se encuentra bajo una colina cubierta por un denso bosque de robles. Esto explica que no se descubriera hasta 1963. Una vez más, los niños fueron los exploradores; cinco de ellos que estaban jugando en la colina notaron de repente que salía vapor de un agujero en el suelo. Se colaron por la estrecha entrada y se encontraron con el maravilloso mundo de la Gran Bóveda.

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